Infancia y uso de la pantalla

Publicado el 29 de diciembre de 2023, 7:18

Hace tiempo que deseo escribir este post sobre algunas reflexiones sobre el uso de la pantalla en la infancia- Cuanto más pasa el tiempo, más me encuentro con niños y niñas adictos a ese no espacio que es la pantalla-

Muchas madres y padres creen que es una manera cómoda de liberar tiempo, de evitar conflictos, pero muchas veces lo que parece “fácil” en realidad no lo es- Muchas madres y padres piensan que no pueden regular o cortar el uso de la pantalla porque eso dejaría a su hija-o excluida-o de su grupo social- Pero muchas veces grupos grandes han hecho errores inmensos-  Decidir hacer lo mismo para no quedar fuera puede resultar más absurdo que tomar un poco de distancia con un sistema que de toda evidencia es dañino para la salud de los pequeños  y su desarrollo- 

 

Juego pasivo , juego activo

Cuando un niño, niña inventa un juego con muñecos, palitos, objetos o con otros compañeros, está en la creación de un espacio donde se puede desarrollar su imaginación- Creo que la imaginación es fundamental en nuestra construcción, porque creo firmemente que podemos llegar a vivir lo que podemos llegar a soñar- Tanto en la vida amorosa, como en la amistad, en el trabajo que sea científico, social, artístico, la imaginación puede cumplir un rol importantísimo- Nos lleva a la libertad de crear una vida que nos divierte y nos gusta, nos acerca a la libertad de elegir y de reaccionar a las circunstancias que nos rodean- Ser creativo es ser creador de nuestras vidas- El juego también permite ir conociéndonos, descubrir justamente lo que a uno le habla, le gusta- Cuando me relaciono con niños y niñas que pasan muchas horas por día frente a una pantalla, me doy cuenta que hay, en su juego, una postura pasiva- El video, el juego, se presenta ante ellos, ya armado e inventado, y ellos siguen las reglas de ese juego con poquísima participación personal- Me ha pasado ocuparme unos días de un grupito de niñes a quienes les habían sacado la pantalla- Y entonces oía cosas como , “no sé cómo jugar”, “no sé qué hacer”, “ me aburro”, “nada me interesa”, “no sé lo que me gusta”- Y después encuentro a esas niñas y niños que crecen más lejos de la pantalla- Ellos inventan juegos extraordinarios, historias, construyen y dibujan sus juegos de sociedad, escriben cuentos, hacen barcos y barriletes, y encuentran en esos momentos la inmensa felicidad de estar enteramente en el instante presente, con el cuerpo y la mente, y la energía puesta en ese instante-

El consumismo y la pantalla

Me abruma el éxito que tuvo el hyper-consumismo en el mundo, a qué punto se presenta como algo seductor y se transforma en objetivo para muchas y muchos- Teniendo en cuenta cómo funciona, sobre qué desigualdades sociales y humanas se funde, y qué consecuencias tiene para el medio ambiente, es asombroso que ese sistema fuera de todo sentido común siga en crecimiento- Creo que es un acto de resistencia y de integridad el de evitar los espacios de hyper consumo, el intento de crear y comprar en espacios de segunda mano, el reparar y reutilizar lo que ya tenemos- Evitar lo “nuevo”, a toda costa-

Hay algo preocupante hoy en día en el lugar que ocupa el consumismo en la vida de una gran cantidad de personas- Siempre más ofertas, siempre más productos, y lo que se vende por encima de todo esto es la idea, la ilusión, que al comprar nos sentiremos felices- Todos los seres humanos necesitamos sentirnos llenos, sentir deseos que nos empujan , satisfacerlos a veces- EL consumismo juega con eso, comprar es un “pasa tiempo” y si digo que es una ilusión es que en realidad no llena ningún espacio- Después de la alegría de haber comprado, el mismo vacío se instala y entonces queremos comprar otra cosa- Cuando logramos encontrar pasiones en la vida, logramos llenar ese espacio con algo más duradero y que nos deja aprendizaje y crecimiento- En el deporte, en el arte, en la creación o la reflexión, en la investigación, empujamos nuestros límites un poco más hacia adelante, nos llenamos y crecemos, aprendemos, construimos en nosotros algo que no tiene fecha de vencimiento, que no nos pueden robar o quitar-

Conocí hace un poco un hombre extraordinario, Manu, que está construyendo su mástil y su barco, que sabe de barcos y electricidad y soldaduras, que construye robots , y Manus me dijo que siempre fue mal alumno en la escuela y que solo fue alrededor de sus 30 años que un día entendió cómo estudiar- Y entendió que en el estudio, en el aprendizaje había muchísima frustración, muchos errores, y una tensión en la mente concentrada para lograr aprender y asimilar algo nuevo- Me dio que desde entonces se hizo adicto a esa tensión, y que no puede pasar un día sin aprender- “ Un día sin aprender es un día vacío”, es el lema de Manu- Me pareció hermoso como lo contaba – Adiós el aburrimiento, la soledad, la necesidad de sobre consumo- Y bienvenidas las horas llenas de enriquecimientos personales, que te llevan a ser capaz de lo que no pensabas que eras-

Bueno, si hablo de todo eso es porque siento que la relación con la pantalla, desde la infancia, se parece preocupadamente a esa relación al consumismo- Los niños ( y adultos), “consumen” videos- Ven, sin discernimiento, una y otra cosa, ya nada fascina, nada sorprende, nada pide la mente en tensión, nada enseña a aprender en la visualización del video o en el videojuego- EL placer es instantáneo y efímero, y suele dejar después un gran vacío ( todo lo contrario del aprendizaje que deja alegría y satisfacción)- Poner a un niño diariamente frente a un pantalla es desenseñarle a aprender, transformarlo en sujeto pasivo, y crear en él una adicción al consumismo, a la satisfacción fácil y momentánea- Qué pena, más cuando uno puede observar en los bebes y en las niñas y niños que crecen sin pantalla una inmensa y natural capacidad de aprendizaje, y una inmensa curiosidad- Cualidades natas y tan valiosas para la vida, valdría la pena protegerlas y nutrirlas, no?

El maravillarse y la poesía

Un fotógrafo francés decía “ no son las maravillas que desaparecen sino la capacidad de maravillarse”- Me gustó mucho esa frase, me habló mucho también- Porque una de las alegrías diarias que tengo es la de maravillarme por algo, y puede ser que lo haya visto mil veces como el sol salir, o el viento soplar, el vuelo de unas aves, un rayo de luz sobre la pared de una ciudad, una mirada o un instante- creo que la poesía es absolutamente fundamental en nuestras vidas- Fundamental en nuestras miradas- Mirar al mundo con poesía es verle su esencia, más allá de las palabras- Es ofrecernos la posibilidad de maravillarnos una y otra vez- EL mundo poético es el mundo de todos los posibles- Allí está la libertad-

Observé en los niños que viven protegidos de la pantalla, que su capacidad de maravillarse sigue ahí, intacta- Un truco de magia y se ríen a carcajadas, intentan entender cómo se hizo, quieren aprender a hacerlo- Un espectáculo, y ya quieren actuar e inventar su obra, un insecto, una ola, una piedra, un pescador o un artesano, y preguntan y miran y desean aprender y ser parte- Qué regalo poder recibir la vida con una sorpresa siempre renovada, con la risa siempre en la esquina y las ganas siempre a mano- Me he asombrado de ver indiferencia en niños y niñas que están en relación constante con la pantalla- La naturaleza y el entorno en general, ya no producen ni sorpresa ni cosquillas, ni ganas de estar allí- Todo empalidece tristemente a la sombra del video o del videojuego, que nos dan tan bien la ilusión de estar en lo fantástico y nos sacan las herramientas para crear fantasías-

El aburrimiento y la pantalla-

Existe el argumento, siempre repetido, que las niñas niños se aburren y que por eso se les da la pantalla- Me parece extraño- Si cuando el niño se aburre le damos la pantalla, él se acostumbra a rellenar todo espacio vacío con esa pantalla- Sin embargo, porque considerar que tenemos que “tapar” ese aburrimiento? A veces mis pequeños me dicen que se aburren- Yo les digo que no pasa nada, que si se aburren un rato seguro les surge alguna idea- Aprender a salir del aburrimiento de manera activa es también aprender a conocerse, respetarse los tiempos de “nada”, y confiar que de esos momentos pueden salir ideas, reflexiones, actividades- Hay que darse el espacio y el tiempo para el pensamiento-

SI estamos en permanencia en el relleno del espacio tiempo, si no podemos aceptar esos momentos de vagabundeos mentales, entonces cómo podremos ir hacia lo nuevo? Esto es obviamente válido para los adultos también- No rellenar todos los espacios del día es dejar la posibilidad de crear nuevos espacios y construirlos poco a poco-

Ayer mi hija se quejó del aburrimiento- Se quedó fácilmente una hora mirando el techo de su cuarto- Y luego, sin que nadie le diga nada, se puso a organizar el espacio, sacó su libreta y un lápiz, y escribió un cuento de terror, riéndose de que la asustaba a ella misma mientras lo inventaba- Si cuando me dio que se aburría yo la hubiera puesto frente a youtube, pues nada de eso hubiera sucedido-

La pantalla y la integración social

Otro argumento que suele volver mucho es que los demás niños y niñas juegan a los videojuegos y que es necesario que su niño también lo haga para estar integrados con los demás- Qué le trasmitimos al niño aceptando eso? Que para sentirse bien en un grupo hay que imitar todas sus acciones aun si no nos parecen saludables? Que para ser aceptado y querido no hay que diferenciarse? Y que es más importante ser aceptado en un grupo con valores que no nos convencen que de seguir sus convicciones? Porque no intentar compartir con otras madres y padres que quizás hay que reducir el uso del video juego? Porque no buscar o crear espacios en que los niños y adolescentes se encuentren alrededor de otras actividades? Porque no explicarle a nuestro niño que es cierto, a ciertos niños les dejan muchísimas horas frente a la pantalla pero que consideramos eso dañino y que por su bien en la casa el uso de la pantalla está reducido?

Veo, regularmente, en restaurantes y plazas, que los adultos charlan por su lado mientras los niños y niñas están cada uno sentada frente a una pantalla- Es eso un proceso de integración social? Poder compartir un rato entre grandes y pequeños, invitarlos a que sean parte de la charla y que puedan escucharla, que puedan intervenir, no es un proceso de integración social más completo que aislar al niño en una pantalla? He visto a mis hijos interactuar y hacer amistades con personas de todas las edades- He conocido a veces niñas y niños con los que he pasado momento geniales- Los intercambios intergeneracionales nos nutren a todos y nos crecen-

El día a día a bordo de la Tortuga

A bordo de la Tortuga existen las pantallas y cuando estamos a tierra también usamos internet- Las usamos de manera medida, porque hay muchas cosas muy positivas en la existencia de las computadores, y cuando estamos a tierra, del internet- Poder tener esa herramienta y usarla es fantástico, mientras somos nosotros que la controlamos y no ella que nos regula- Es muy difícil, como adutlos, lograr regular y controlar ese espacio que es el internet, que no entre en la intimidad, que no ocupe todos los espacios- Es difícil pero totalmente posible – EN cambio para los niños no lo es- Si lo dejamos a su criterio, rápidamente los niños se encuentran absorbidos por ese espacio digital- Por eso los tenemos que proteger y darles herramientas para desarollarse fuera de ese espacio-

Maé y Oiuna tienen muchas herramientas para crear ellos, Mael tiene al programa de arduino y hace pequeños obetos electrónicos, también hace macramé, le gusta hacer pequeños cortometrae y usa la computadora para editarlos, hace fotografía y estudia el ajedrez, la electricidad, la pesca- Oiuna escribe poemas y cuentos, toca la guitarra y el piano, arma historias larguísimas con un par de tijeras, dos lápices, las pinzas para colgar la ropa, y a veces sus juguetes- También leen muchísimo-

Vemos una o dos películas por semana, cuando se puede, las elegimos, las comentamos- Cuando hay internet lo utilizamos para que Mae pueda jugar al ajedrez online, con amigos suyos que también juegan, y pueda estudiar partidas y progresar- También descargamos libros, material para la escuela, partiduras de música- Solemos usar la página de Khan academy que ofrece unos cursos de matemática muy completos- La pantalla está porque es una herramienta fantástica, pero no está en el centro, y su uso está concientizado-

Hemos cruzado barcos con niños a bordo, y hablando con las madres y padres nos dimos cuenta que los niños que tienen videojuegos a bordo muchas veces no se interesan por el viaje que están haciendo- “No salen, no quieren ir a la playa, no se bañan, no van a pescar” me comentaba un padre, un poco desilusionado con sus hijos de 9 y 11 años - “ Nada les crea ilusión, salvo estar ahí con sus videuegos”_ También cruzamos barcos con pequeños que no tienen eso a bordo- Entonces se organizan salidas entre los pequeños, se van de aventuras a la isla cerca de la que estamos fondeando, se van a pescar y saltar al agua, hacen cortometrajes y juegos de sociedad, preparan recetas y cocinan- La vida vibra y todo huele a ese delicioso sabor de la infancia-

Hagámosle a las niñas y los niños de este mundo el regalo de una infancia sin pantalla---

Puede a veces parece más fácil darle a un niño un videojuego- Ya no se queja, ya no pide atención, ya no molesta-Y es cierto, nos liberará mucho tiempo- Pero le estamos arrebatando su infancia, y nos estamos privando de momentos maravillosos- Cero que en algunos casos incluso el uso de la pantalla con pequeños llega al maltrato de esa persona en construcción- Puede parecer difícil, pero no siempre la facilidad es un criterio de elección- No juzgo las demás crianzas , todos hacemos como podemos, y con amor, pero les invito a cuestionarse al menos ese espacio, y tal vez volver a pensarlo- La infancia es un momento fundamental de construcción para el resto de nuestras vida, y acompañar a nuestros pequeños en descubrirse y vivirla plenamente es el mayor regalo que les podamos hacer- También es un momento repleto de ternura y de magia, que si uno se toma el tiempo de acompañar nos llena la vida de alegrías- Y es también un regalo para el mundo de mañana, el de criar a personas despiertas-

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